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COSMÉTICA SIN TONTERÍAS
¿Y esto que pone aquí, qué significa?
Es lo primero que preguntó una persona al entrar a la farmacia.
Y es que la zona de cosmética se llama así.
Unas farmacias lo llaman dermocosmética, otras dermorfarmacia.
Yo lo llamo: “Cosmética sin tonterías”.
¿Por qué?
No sé si es porque soy farmacéutica, o por mi manera de ser o de pensar. El caso es que hasta que no entiendo algo, no se me queda fijado en la mente.
Es como si viviera atrapada en una cueva sin ver la salida y de repente, algo me hace clic en la mente, miro alrededor y veo por dónde tengo que ir. La salida que siempre estuvo ahí, pero yo no la veía.
Pues me pasa lo mismo con casi todo.
La memoria como tal no me vale, tengo que verlo, entenderlo y solo así, veo la salida.
¿Qué tiene que ver esto con el nombre raro este que he puesto?
Que hasta que no entiendo el por qué del cosmético no lo uso.
No solo no lo uso, no lo recomiendo, que es más importante.
- Hasta que no entiendo para qué beneficios tiene tal o cual crema, no la recomiendo.
- Hasta que no sé que te va a ir bien un sérum, no te lo digo.
- Hasta que no sé que un laboratorio es serio y fiable, no le compro (ni lo vendo).
Y hay más.
No me gustan los titulares noticiables.
Me explico.
“En 2 días esta crema te va a hacer retroceder en el tiempo tropecientos años”
“El 89,963637282% de las mujeres que han usado este contorno de ojos han visto desaparecidas sus arrugas”
Esto tampoco me gusta.
En resumen, me gusta la cosmética sin tonterías.
Con evidencia y con ciencia.
Sin modas tontas (ojo, hay modas que valen) me refiero a las que no tienen ni ton ni son, de las que huelen a chamusquina.
Tú me entiendes.
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